Una fuerte controversia se generó tras confirmarse que el Parque Cultural de Valparaíso (PCdV) acogerá este martes la presentación del libro Un paso al frente, escrito por Mauricio Hernández Norambuena, exintegrante del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), conocido como el “Comandante Ramiro”.
El evento, que se realizará a partir de las 17:30 horas, incluye intervenciones artísticas de Pascuala Ilabaca, el grupo Wenuwen, el cantautor porteño Claudio Martínez y el músico y poeta Mauricio Redolés. La obra, editada por Laurence Maxwell y Jorge Pávez, recopila relatos en los que Hernández revive episodios de la lucha armada contra la dictadura, incluyendo el atentado a Augusto Pinochet, el asesinato del senador Jaime Guzmán, el secuestro de Cristián Edwards y la fuga en helicóptero desde la Cárcel de Alta Seguridad.
Rechazo opositor
La decisión de programar esta actividad en un espacio cultural financiado con fondos públicos fue duramente criticada por parlamentarios de oposición. El diputado Andrés Celis (RN) la calificó como “un acto inaceptable que utiliza recursos estatales para rendir tributo a un terrorista condenado”, exigiendo además la renuncia de la directora del recinto, Valentina Gallardo.
En la misma línea, la diputada Camila Flores (RN) envió un oficio al Ministerio de las Culturas solicitando la suspensión inmediata del encuentro. Según planteó, no se trata de una actividad cultural, sino de “propaganda política destinada a blanquear la imagen de un criminal”.
Un recinto bajo la lupa
El Parque Cultural de Valparaíso funciona desde 2012 en el edificio que anteriormente fue la cárcel pública de la ciudad, y recibe financiamiento anual a través de convenios con el Ministerio de las Culturas. Su directorio está compuesto por representantes del Gobierno, universidades, la municipalidad y organizaciones culturales.
En los últimos meses, el recinto ha estado en el centro de cuestionamientos políticos por la designación de algunos de sus integrantes, entre ellos el escritor y exconvencional Jorge Baradit, nombrado por la Delegación Presidencial en medio de críticas de la oposición por su vínculo con la campaña de la candidata presidencial Jeannette Jara (PC).
Debate abierto
Mientras sectores de izquierda defienden la actividad como un ejercicio de memoria histórica y libertad de expresión, la oposición insiste en que se trata de un homenaje encubierto a un condenado por delitos gravísimos. El caso ha vuelto a poner en el centro del debate el rol de los espacios culturales financiados con dinero público y los límites de lo que puede considerarse cultura en un país marcado por heridas aún abiertas.
