Gobierno insiste en minimizar efectos de reformas laborales pese a informe del Banco Central

El Gobierno respondió con cautela al último informe del Banco Central, que advirtió sobre los impactos de la reducción de la jornada laboral a 40 horas y del alza del salario mínimo en el mercado del trabajo, señalando que las mayores alzas de costos ya se reflejan en pérdida de empleo formal y una menor creación de puestos de trabajo.

Informe del Banco Central

En su Informe de Política Monetaria (IPoM) de enero 2025, el Banco Central sostuvo que entre abril de 2023 y enero de 2025 el salario mínimo tuvo un alza real cercana al 24,5%, lo que habría generado una caída de 1,5% en el empleo asalariado formal, principalmente en empresas intensivas en mano de obra de baja calificación. El reporte también destacó que la menor contratación formal se ha compensado con un aumento del empleo informal y que algunas firmas han acelerado procesos de automatización.

Postura del Gobierno

Desde La Moneda, el Ejecutivo buscó restar dramatismo a las cifras. El Presidente Gabriel Boric señaló que el alza del salario mínimo y la reducción de la jornada son medidas de justicia social, implementadas de manera gradual y con apoyos a las pymes para amortiguar el impacto.

La ministra del Trabajo, Jeannette Jara, sostuvo que el informe del Banco Central debe “ser leído en contexto” y que no puede atribuirse solo a las reformas laborales la actual situación del empleo. “El mercado del trabajo responde a múltiples factores, como el ciclo económico, la inversión y la productividad”, recalcó.

 

El ministro de Hacienda, Nicolás Grau, reforzó la idea de que el análisis del Banco Central es “una de las visiones” y que la evidencia aún es insuficiente para culpar directamente a la reforma de 40 horas y del salario mínimo de la desaceleración en la creación de empleo formal.

 

Debate político y económico

 

Las conclusiones del Banco Central fueron rápidamente tomadas por la oposición, que acusó al Gobierno de desconocer los efectos negativos de sus políticas. Parlamentarios de Chile Vamos y Republicanos señalaron que el país enfrenta una tasa de desempleo cercana al 9% y que la insistencia en reformas de alto costo podría agudizar el problema.

 

En contraste, el oficialismo defendió los avances como parte de un proceso de modernización laboral que busca mejorar la calidad de vida de los trabajadores, asegurando que los efectos de corto plazo no deben opacar los beneficios estructurales.

 

Proyecciones

 

El Banco Central advirtió que el desafío hacia adelante será conciliar mejoras salariales y reducción de jornada con el aumento de la productividad, para evitar un deterioro mayor del empleo formal. El debate se mantendrá abierto en los próximos meses, especialmente en el marco de la discusión parlamentaria sobre eventuales nuevos ajustes laborales.