La candidata presidencial Jeannette Jara enfrentó una semana complicada en su comando, luego de que los dichos del timonel comunista, Lautaro Carmona, desataran incomodidad y roces al interior de la alianza oficialista.
El domingo en la noche, Jara se reunió con los presidentes de los partidos de Gobierno en un intento por recomponer la coordinación política. La cita, sin embargo, estuvo marcada por la necesidad de contener las diferencias y evitar que el episodio escale en un mayor quiebre.
Carmona, que cuestionó públicamente al exministro Mario Marcel, generó molestia incluso dentro del propio comando, obligando a explicar sus palabras ante los demás dirigentes. Pese a ello, algunos sectores lo acusan de “abrir un flanco innecesario” justo en momentos en que la candidata busca instalar su agenda de propuestas.
Si bien desde el equipo de Jara se intentó bajar el perfil al conflicto con llamados a “dar vuelta la página”, las diferencias quedaron expuestas. Voceros como Ricardo Lagos Weber (PPD) apelaron a la unidad, mientras otros, en privado, reconocen que el episodio reflejó un “desorden interno” difícil de esconder.
En paralelo, el senador comunista Daniel Núñez intentó dar un giro positivo, señalando que la diversidad dentro del comando debe ser vista como una fortaleza. Sin embargo, la tensión instalada por Carmona continúa siendo tema de conversación entre las colectividades oficialistas.
Por ahora, la apuesta de la exministra del Trabajo es retomar el control de la agenda con un despliegue regional que se extenderá hasta el 14 de septiembre, aunque el ruido interno amenaza con seguir acompañando su campaña.
